Es un yacimiento arqueológico que contiene las ruinas de un antiguo complejo palaciego, construido durante el reino del rey Kasyapa (477 – 495). Es uno de los destinos turísticos más populares del país. Aún no se sabe si fue un palacio o un monasterio, pero todo lo que hay allí sorprende al visitante. El esfuerzo de la subida se ve recompensado con una magníficas vistas.