En el centro destaca uno de los árboles más viejos del mundo, el Sri Maha Bodhi, de más de 2000 años. Solo pensar que ha sido cuidado durante todos esos siglos basta para que entren escalofríos. Los monasterios semiderruidos y enormes dagobas dan fe del papel de la ciudad como sede del gobierno en Sri Lanka durante 1000 años. Atravesarlos te pondrá los pelos de punta a la vez que te emocionará dicha maravilla antigua.